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Mantenimiento Preventivo de silos móviles para almacenamiento de Concreto: Vida Útil, Costos y Mejores Prácticas

Estos equipos de almacenamiento móvil de cemento pueden reubicarse fácilmente y dispensar material de forma controlada en el sitio de construcción. Los silos móviles para concreto en México se han vuelto una solución popular en proyectos de construcción que requieren flexibilidad logística. Al poder trasladarse de una obra a otra, un silo móvil para concreto brinda eficiencia al proveer suministro constante de cemento (u otros componentes del concreto) donde se necesita. Sin embargo, como cualquier equipo industrial, estos silos requieren mantenimiento preventivo para operar de manera segura y efectiva. En esta entrada de blog explicaremos qué es un silo móvil de concreto, cómo funciona y por qué requiere mantenimiento preventivo, destacando beneficios como extender la vida útil, reducir fallas operativas y mejorar la calidad del concreto. También compararemos el enfoque preventivo con el correctivo en términos de costos y riesgos, aportando datos promedio de duración de silos con y sin mantenimiento, costos estimados de intervención, errores comunes a evitar, y mejores prácticas técnicas (limpieza, lubricación, revisión de válvulas, sistemas de descarga y estructura) para asegurar un óptimo desempeño.

¿Qué es un silo móvil para concreto y cómo funciona su almacenamiento?

Un silo móvil para cemento (o concreto) es un dispositivo de almacenamiento diseñado para contener y dispensar cemento de manera eficiente en obras. A diferencia de los silos tradicionales fijos, los silos móviles están montados sobre ruedas o plataformas móviles, lo que les permite transportarse fácilmente de un lugar a otro. En esencia, cumplen la misma función de almacenamiento de cemento que un silo estacionario, pero con la ventaja de la movilidad.

Los mejores silos móviles
Silo móvil Thor 36. ©Maquinas y Herramientas Gamex SA de CV

Características principales: Estos equipos vienen en diversos tamaños y capacidades (desde unos pocos hasta decenas de toneladas de cemento almacenado). Su instalación tiende a ser rápida y sencilla, facilitando su puesta en marcha sin requerir infraestructura permanente. Además, cuentan con sistemas de dispensación eficientes – por ejemplo, válvulas de apertura controlada y transportadores helicoidales (sinfines) motorizados – que aseguran un flujo constante y dosificado de cemento hacia la mezcladora u otro destino. Muchos modelos integran celdas de carga y controles electrónicos para dosificar con precisión, vibradores para evitar la compactación del material, así como colectores de polvo para minimizar emisiones. En resumen, un silo móvil de concreto funciona recibiendo el cemento (generalmente mediante tolvas de carga o camiones cisterna neumáticos), almacenándolo en condiciones adecuadas, y liberándolo bajo control hacia el proceso de mezclado cuando se necesita. Esta flexibilidad operativa permite optimizar la logística en obra, reducir tiempos de espera y maximizar el uso del espacio disponible.

¿Por qué requieren mantenimiento preventivo estos silos?

Los silos móviles operan en entornos exigentes: contienen material polvoriento (cemento) que puede apelmazarse, generan vibraciones por sus equipos mecánicos y están expuestos a la intemperie y al movimiento frecuente. Por ello, el mantenimiento preventivo es fundamental para garantizar su funcionamiento seguro y prolongado. Un mantenimiento adecuado asegura que el silo funcione de manera eficiente, reduciendo tiempos de inactividad y extendiendo su vida útil, mientras que ignorar estas tareas puede derivar en reparaciones costosas e interrupciones operativas imprevistas. En otras palabras, mediante una rutina sistemática de limpieza, inspección y ajuste, es posible evitar problemas comunes como líneas de descarga obstruidas, acumulación de cemento endurecido en las paredes internas y fallas mecánicas en compuertas o transportadores.

Beneficios clave del mantenimiento preventivo:

  • Vida útil prolongada: Las inspecciones periódicas y cuidados preventivos son clave para extender el ciclo de vida de los silos. Detectar y corregir desgastes menores o daños incipientes a tiempo impide que se conviertan en fallas mayores que podrían poner fin a la utilidad del equipo. Un silo metálico bien mantenido puede seguir operando por más de 20 años, mientras que la falta de mantenimiento en condiciones adversas podría acortar su servicio a solo una década o menos. (En general, la vida útil típica de un silo de acero sin los cuidados adecuados se estima en 12 a 15 años, por lo que el cuidado preventivo marca una diferencia sustancial).

  • Prevención de fallas en silos y reducción de tiempos muertos: El mantenimiento preventivo busca prevenir fallas antes de que ocurran. Al limpiar y revisar componentes críticos (filtros, válvulas, motores, soportes) se minimiza el riesgo de paros no planificados. Esto reduce al mínimo los tiempos muertos en la operación de la planta. Cabe destacar que un silo averiado o con fallas no solo detiene la producción de concreto, sino que también compromete la calidad del producto final y puede ocasionar incumplimientos en los cronogramas de obra.

  • Calidad del concreto y limpieza del material: Mantener limpio el interior del silo y sus sistemas de descarga evita la contaminación del cemento con restos endurecidos o humedad. Un cemento limpio y fluido se dosifica con mayor exactitud, garantizando que la mezcla de concreto cumpla las proporciones diseñadas y resulte en un producto uniforme de alta calidad. Por el contrario, si dentro del silo existen costras de material viejo o grumos, pueden desprenderse y mezclarse con el lote nuevo de concreto, afectando la resistencia y trabajabilidad de la mezcla. El mantenimiento preventivo asegura que el silo proteja el material de factores que alterarían su calidad (por ejemplo, entrada de humedad, polvo excesivo o incluso plagas en otros tipos de silos).

  • Seguridad operativa: Un silo es una estructura pesada y alta (incluso los móviles), operada por personal en sitio. Cualquier falla estructural (p. ej., corrosión severa, deformaciones) o mal funcionamiento de componentes (p. ej., una compuerta atascada que provoque sobre presurización) puede generar situaciones de riesgo. El mantenimiento preventivo incluye inspeccionar la integridad de la estructura (placas, soldaduras, tornillería, soportes, escalera) y el correcto funcionamiento de sistemas de seguridad (válvulas de alivio de presión, alarmas de nivel), evitando accidentes y lesiones en el personal. En síntesis, un programa preventivo protege tanto la inversión en el equipo como la seguridad de los operadores.

  • Cumplimiento normativo y ambiental: En México y otros países existen normativas de seguridad e higiene industrial (como normas de almacenamiento de materiales a granel, emisiones de polvo, etc.). Un silo con mantenimiento deficiente podría exceder límites de emisión de partículas (por filtros saturados) o incumplir medidas de seguridad estructural. Las inspecciones rutinarias y el mantenimiento ayudan a cumplir con estas regulaciones, evitando sanciones y manteniendo un entorno de trabajo más limpio y seguro.

Mantenimiento preventivo vs correctivo: Costos y riesgos

En la gestión de equipos industriales, siempre surge la comparación entre actuar preventivamente o esperar a que ocurran fallas y hacer un mantenimiento correctivo. En el caso de los silos móviles para concreto, la diferencia entre estas estrategias se refleja en costos, riesgos operativos y vida útil del equipo.

  • Costo de mantenimiento vs costo de reparación: Aunque el mantenimiento preventivo conlleva un costo periódico (mano de obra, insumos, tiempo de parada programada), a la larga resulta mucho más económico que enfrentar averías graves. Esto se debe a que las reparaciones de emergencia suelen implicar cambios de componentes caros, contratación urgente de servicio técnico y, a veces, reemplazo total del equipo. Por ejemplo, reemplazar a tiempo un sello de válvula o una sección desgastada de un transportador puede costar una fracción de lo que saldría reparar un sistema de descarga que falló catastróficamente por falta de mantenimiento. Incluso, en México se ha observado que quienes implementan programas preventivos llegan a ahorrar en promedio hasta un 60% de los costos de reparación a largo plazo. En resumen, el mantenimiento planificado protege la inversión: un silo móvil nuevo puede costar varios cientos de miles de pesos, mientras que mantenerlo adecuadamente representa solo una pequeña parte de ese valor por año, extendiendo el tiempo antes de tener que reemplazarlo.

  • Riesgos y consecuencias de una falla: El mantenimiento correctivo no solo es más costoso en dinero, sino también en consecuencias operativas. Cuando un silo falla inesperadamente, suele ocurrir en el peor momento (por ejemplo, a mitad de un colado importante), provocando paros no planificados en la producción y posibles desperdicios de material. Además, las fallas mayores pueden conllevar riesgos de seguridad y medioambiente: imaginemos la rotura de una pared de silo o la caída de un silo móvil por colapso estructural; las pérdidas incluirían daño a instalaciones, posibles lesiones al personal, material derramado y contaminación. Aparte, reponer un silo dañado implica tiempos de espera (pedir grúas, traer un silo de reemplazo o repararlo en sitio) que pueden atrasar significativamente un proyecto. En contraste, con el mantenimiento preventivo de silos móviles estas situaciones de emergencia son altamente improbables, ya que se habrán identificado y atendido las condiciones que podrían llevar al fallo. Al final, la elección es clara: prevenir es mejor (y más barato) que corregir. Un programa preventivo bien ejecutado disminuye drásticamente la probabilidad de sufrir un evento catastrófico, manteniendo los costos controlados y la operación en marcha de forma segura.

Datos de vida útil con y sin mantenimiento

Para dimensionar la diferencia, consideremos datos promedio de vida útil: Los silos metálicos tienen una vida útil base de aproximadamente 12 a 15 años en condiciones normales antes de requerir reemplazo o reparaciones mayores. Sin embargo, este número supone un mantenimiento mínimo. Si el silo se opera en ambientes agresivos (alta humedad, zonas costeras, mucho movimiento) y no se le da mantenimiento, su vida efectiva puede reducirse significativamente (incluso a menos de 10 años en casos extremos). Por el contrario, con buen mantenimiento preventivo, muchas empresas reportan silos funcionando por 20 años o más sin problemas. En algunos casos, con mejoras como recubrimientos anticorrosivos o refuerzos, se puede alargar aún más la vida. La diferencia en años útiles se traduce en un ahorro enorme, pues retrasa la necesidad de reinversión en equipos nuevos. Así, el mantenimiento preventivo paga sus dividendos al maximizar la duración del silo y su desempeño confiable a lo largo del tiempo.

Mejores prácticas de mantenimiento preventivo en silos móviles

A continuación, resumimos las mejores prácticas y recomendaciones técnicas para el mantenimiento preventivo de silos móviles de cemento. Estas abarcan desde la limpieza regular hasta la inspección estructural, pasando por la lubricación y cuidado de los sistemas mecánicos y neumáticos:

  1. Limpieza periódica interior y exterior: Después de cada proyecto o periódicamente, vacíe completamente el silo y remueva los residuos de material adheridos en las paredes y cónicos. Utilice equipos adecuados: aspiradoras industriales, aire comprimido o incluso chorros de agua a presión para desprender el cemento endurecido. Una limpieza a fondo evita la acumulación de costras que luego podrían desprenderse y contaminar nuevos lotes de concreto, y previene el apelmazamiento del cemento que suele bloquear las salidas. No olvide limpiar también los polvos en el exterior (plataformas, chasis) para evitar corrosión por humedad mezclada con cemento. Tras lavar, asegúrese de secar bien el interior (ventilando el silo) antes de volver a cargar, ya que la humedad residual puede echar a perder el siguiente cargamento de cemento.

  2. Inspección de la integridad estructural: Regularmente inspeccione el silo en busca de signos de desgaste o daño tanto por dentro como por fuera. Revise la estructura principal (virola, cono, techo) identificando grietas en soldaduras, abolladuras o corrosión en las chapas. Verifique los soportes, patas y armazón del chasis móvil por si hay deformaciones o tornillos flojos, especialmente si el silo ha sido reubicado recientemente (los traslados pueden aflojar elementos estructurales). No olvide revisar la escalera, barandales y plataformas: deben estar firmes, sin peldaños rotos ni corrosión peligrosa, para garantizar la seguridad del personal. Cualquier anomalía estructural debe repararse de inmediato antes de que empeore – por ejemplo, una pequeña zona oxidada puede repintarse con anticorrosivo para evitar que se extienda. Lleve registro de estas inspecciones rutinarias para dar seguimiento a puntos críticos a lo largo del tiempo.

  3. Revisión de válvulas y sistema de descarga: El sistema de descarga es crítico para el funcionamiento del silo, pues de él depende que el cemento fluya correctamente cuando se dosifica. Inspeccione las válvulas de salida (por ejemplo, válvulas mariposa o compuertas neumáticas): deben abrir y cerrar suavemente, sin atascos. Chequee que los sellos o juntas no tengan desgaste excesivo ni fugas de material. Revise el transportador de descarga (sinfín o tornillo): verifique que no esté obstruido con grumos de cemento, que las paletas helicoidales no presenten desgaste pronunciado y que el motor/engranajes asociados estén en buen estado. Limpie sensores de nivel, si los hay, y confirme que el indicador de nivel del silo funciona para evitar sobrellenados. Un consejo importante es probar el sistema de descarga en vacío periódicamente: accione la válvula y el sinfín sin carga para oír si hay ruidos anormales (podrían indicar cojinetes secos o elementos flojos). Mantener libre y operativa esta vía de salida previene costosos cuellos de botella durante la producción.

  4. Lubricación de partes móviles: Aplique lubricantes de calidad a todos los componentes móviles según las recomendaciones del fabricante. Esto incluye los cojinetes y cadenas del sinfín de descarga, las bisagras o actuadores de las válvulas, los cilindros neumáticos, e incluso los ejes de las ruedas/jacks del chasis si corresponden. La lubricación regular reduce la fricción y el desgaste, previniendo fallas mecánicas prematuras y asegurando un movimiento fluido de piezas. Siga una frecuencia establecida (por ejemplo, engrase semanal o mensual, según uso) y use lubricantes apropiados (grasa industrial de litio, aceites hidráulicos para actuadores, etc., tal como indique el manual). Un error común es exceder la lubricación en cojinetes (lo que puede atraer más polvo); aplique la cantidad justa y limpie cualquier exceso.

  5. Mantenimiento del sistema de filtrado de polvo y ventilación: La mayoría de silos de cemento cuentan con un colector de polvo en la parte superior (filtros tipo cartucho o bolsa) para permitir la salida de aire durante el llenado sin emitir polvo al ambiente.

    Colector de polvos para silo barato
    Colector de polvos HEGAMEX. ©Maquinas y Herramientas Gamex SA de CV

    Es vital limpiar o reemplazar estos filtros según las especificaciones. Un filtro saturado provoca sobrepresión al llenar el silo y puede reventar o dejar escapar nubes de polvo de cemento (riesgo para los trabajadores y pérdida de material).

    Filtros para colector de polvos
    Filtro para colector de polvos HEGAMEX. ©Maquinas y Herramientas Gamex SA de CV

    Muchos sistemas tienen vibradores o sacudidores automáticos de filtro; verifique que funcionen correctamente. Igualmente, compruebe que la válvula de alivio de presión (un dispositivo de seguridad que libera aire si hay sobrepresión) esté operativa y no bloqueada. Este dispositivo suele requerir limpieza para remover polvo acumulado. Mantener despejado el sistema de ventilación garantiza que el silo “respire” adecuadamente durante carga y descarga, protegiendo tanto la estructura como el entorno.

  6. Componentes neumáticos, eléctricos y de control: Si el silo cuenta con sistemas neumáticos (por ejemplo, para apertura de compuertas o vibradores), inspeccione las mangueras y conexiones en busca de fugas de aire, y drene condensados de las líneas/nebulizadores para evitar humedad en los actuadores. En los componentes eléctricos (motores, sensores, celdas de carga, panel de control), verifique el aislamiento de cables, apriete conexiones flojas y pruebe el funcionamiento de los instrumentos periódicamente. Calibre las celdas de carga y básculas si el silo dosifica por peso, ya que con el uso y vibraciones podrían desajustarse. Mantener estos sistemas de control en buen estado asegura que la dosificación de cemento sea precisa y evita paros por fallas de sensores.

  7. Protección anticorrosiva y pintura: Dado que los silos metálicos están expuestos a la intemperie, una parte del mantenimiento preventivo es revisar el recubrimiento de pintura externa e interna. Repinte las áreas donde la capa protectora se haya desprendido o haya señales de óxido. Preste especial atención a la base del silo, soldaduras y zonas cercanas a las bocas de carga/descarga donde el contacto con cemento húmedo puede acelerar la corrosión. Una buena práctica es programar repintados generales cada ciertos años (por ejemplo, cada 3-5 años, dependiendo del ambiente), usando pinturas epóxicas o poliuretano de alta resistencia química. Esto asegurará que la estructura de acero esté protegida y extienda la vida útil combatiendo su principal enemigo: la corrosión.

  8. Documentación y programa de mantenimiento: Lleve un registro de mantenimiento detallado donde anote cada intervención: fecha, tareas realizadas, piezas reemplazadas y observaciones de estado. Este historial ayuda a prever futuras necesidades (por ejemplo, si ciertas piezas muestran desgaste recurrente, se pueden tener refacciones en stock). Además, establezca un cronograma preventivo: por ejemplo, inspecciones mensuales rápidas, mantenimiento medio anual (lubricación general, limpieza de filtros) y mantenimiento mayor anual (limpieza interna profunda, pintura, calibración de sistemas). Adapte la frecuencia según la intensidad de uso del silo; un silo en uso continuo requerirá intervalos más cortos que uno que se usa esporádicamente. Contar con un plan estructurado garantiza que no se pasen por alto las tareas críticas y que el silo siempre esté listo para operar en óptimas condiciones.

Errores comunes a evitar en el mantenimiento de silos móviles

Aún con buenas prácticas disponibles, es frecuente caer en ciertos errores de mantenimiento que pueden salir caros a la larga. A continuación, listamos algunos de los errores más comunes al manejar el mantenimiento de silos móviles (y cómo evitarlos):

  • No realizar limpiezas regulares: Un error típico es dejar cemento almacenado durante largos periodos o no limpiar el silo tras concluir una obra. Esto provoca endurecimiento del material en las paredes y conos, dificultando después su remoción y reduciendo la capacidad efectiva del silo. Evítelo estableciendo rutinas de limpieza cada cierto número de descargas o al menos mensualmente, y nunca deje material olvidado que pueda hidratarse o solidificarse con el tiempo.

  • Aplazar reparaciones menores: Subestimar pequeñas fallas (una vibración inusual, un perno faltante, un parche de óxido) puede resultar en un problema grave. Por ejemplo, ignorar un sello de válvula con fuga puede terminar provocando que la válvula falle completamente en pleno uso. Evite la postergación: cualquier hallazgo en las inspecciones (por pequeño que parezca) debe atenderse pronto. Es más fácil y barato cambiar una empaquetadura ahora que una válvula entera después, o reforzar una grieta incipiente que lidiar con una fisura estructural grande.

  • Uso de lubricantes o refacciones inadecuadas: A veces, por ahorrar costos inmediatos, se emplean lubricantes de baja calidad o piezas genéricas no recomendadas por el fabricante. Esto puede causar incompatibilidades (ej. grasa que daña sellos) o piezas que no toleran las cargas, generando fallas prematuras. La solución es ceñirse a las especificaciones del fabricante: usar los grados de aceite/grasa indicados y refacciones originales o equivalentes de calidad comprobada para garantizar la fiabilidad.

  • Descuidar las válvulas de alivio y sistemas de seguridad: Un error grave es no revisar elementos de seguridad como la válvula de alivio de presión o el estado del filtro de polvo. Si estos fallan, el silo podría sobre presurizarse al llenarlo, con riesgo de deformación o explosión de polvo. No caiga en esto: incluya en cada mantenimiento la inspección y limpieza de la válvula de alivio y compruebe que el sistema de filtrado esté despejado. Además, verifique que los manómetros o sensores de presión (si existen) funcionen para monitorear condiciones peligrosas.

  • Mover el silo sin las precauciones debidas: Algunos silos móviles están diseñados para transportarse vacíos (como indicaba el fabricante Hegamex para ciertos modelos), pero operadores inexpertos intentan reubicarlos con material aún dentro, excediendo la estabilidad del tráiler. Esto puede ocasionar vuelcos o daños estructurales. La regla es siempre seguir las indicaciones del fabricante respecto al traslado: normalmente implica vaciar el silo o solo moverlo con cargas muy limitadas, asegurar todos los componentes móviles (por ejemplo, sinfín de descarga retraído y fijo), y utilizar vehículos de arrastre adecuados. Igualmente, nunca se deben levantar silos con grúa sin haber vaciado el contenido previamente, por riesgo de desbalance.

  • Falta de capacitación y protocolos de seguridad: Por último, un error transversal es no capacitar al personal en procedimientos seguros de mantenimiento. Entrar a un silo para limpiarlo sin seguir protocolos de espacio confinado, no usar equipo de protección personal (mascarillas contra polvo, arneses de seguridad al subir a lo alto del silo, etc.) o no bloquear las fuentes de energía (como el desactivar la alimentación eléctrica y neumática antes de trabajar) son descuidos que pueden provocar accidentes serios. Prevenga esto entrenando a los trabajadores en las prácticas seguras, elaborando procedimientos escritos y supervisando su cumplimiento estricto. Un mantenimiento exitoso es aquel en que no solo queda bien el equipo, sino se realiza sin incidentes.

Implementar un sólido programa de mantenimiento preventivo de silos móviles para almacenamiento de concreto es una inversión inteligente que se traduce en mayor productividad, seguridad y ahorro a mediano y largo plazo. Hemos visto que con cuidados regulares es posible extender la vida útil del silo significativamente, mantener un flujo de operación sin interrupciones y asegurar que el cemento almacenado conserve su calidad para producir concreto de alto desempeño. Por el contrario, descuidar el mantenimiento aumenta el riesgo de paradas inesperadas, costosas reparaciones e incluso accidentes que pueden impactar gravemente tanto el presupuesto como la reputación de una obra.

Además, se subraya la importancia de adoptar mejores prácticas como limpieza frecuente, inspecciones detalladas, lubricación adecuada y correcciones inmediatas, así como evitar los errores comunes que han costado caro a otros en el pasado.

En resumen, ya sea que se trate de un silo móvil para concreto en México operando en un gran proyecto de infraestructura o de un equipo de almacenamiento portátil en una construcción pequeña, el cuidado preventivo es el camino para la prevención de fallas en silos y la optimización de recursos. Con un mantenimiento bien planificado, su silo móvil ofrecerá años de servicio confiable, contribuyendo a que cada proyecto de construcción se desarrolle sin contratiempos, de manera segura, económica y con la calidad de concreto esperada. Mantener para perdurar es la clave: la disciplina en el mantenimiento hoy será la tranquilidad y éxito en las operaciones de mañana.

Referencias bibliográficas:

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